Universidad Catolica Santa Maria La Antigua
Ética y Moral
Christine Caballero
8-897-182
Prof.: Marianela Calderón
2015
Introducción
La
ética es una parte de la filosofía. Fundamental, puesto que trata de las
obligaciones del hombre, de cómo debe comportarse de acuerdo a la razón y con
el objeto de construir y mantener una sociedad armónica, en la que todos puedan
cumplir con sus deberes y obligaciones.
La moral, en cambio, no es ciencia sino su aplicación, el ejercicio de
las buenas costumbres, de las prácticas de quienes son considerados virtuosos
en una sociedad. El individuo de cualquier oficio que falte a la moral, que no
siga los dictados de la ética, corre el riesgo de que a su alma se la lleve el
diablo.
1. “Evolución Histórica de la Ética”
Desde mi punto de vista personal, pienso
que la ética o moral han tenido siempre como objeto reservado y exclusivo el
deber ser del comportamiento humano. Se trata, como veremos, de un mundo
específico. No lo inventan la filosofía ni la teología. Ni siquiera lo
descubren. Está ahí, dentro del
hombre, tan realmente como está el mundo fuera. La filosofía
simplemente se hace preguntas y discute la validez de las respuestas posibles:
¿Por qué, de dónde, para qué, con qué sentido…?.
En
la práctica, hay quienes aprovechan para fines injustos el bien que otros
hacen. De otra parte hay acciones de doble o múltiple efecto: de ellas se
derivan bienes, pero también males. La persona con sentido ético se pregunta
entonces si es lícito hacer ese bien importante del que pueden seguirse males,
incluso en el sentido más estricto del término, es decir, pecados.
El
mal es siempre una ofensa a Dios
y, al mismo tiempo, un daño para la
persona que lo realiza. Por tanto el fin no sólo no justifica los
medios injustos, sino que él mismo se adultera al derivarse de ellos. No debemos hacer el mal para que venga el bien, decía
precisamente San Pablo. Sería como poner una enorme bomba en los cimientos del
orden moral.
Así, por ejemplo: si
se pretendiera defender el bien de «la humanidad» eliminando vidas humanas inocentes, se estaría revelando que
lo pretendido no era realmente el bien de «la humanidad», sino de un sector de
ella, privilegiado y discriminante por injustas razones. Evidentemente, hacer el mal «para conseguir el bien» encierra una
absurda contradicción ética en el seno del mismo acto humano.
2. Ética Normativa y Moral
Primero que nada debo enfocarme en que la ética nos recuerda que las cosas no son indiferentes, que las decisiones no son irrelevantes, nos ayuda a comprender algo tan antiguo como la humanidad: se puede vivir consciente o inconscientemente, abierto o ensimismado, ajeno al mundo o de cara a la vida.
La ética normativa es la que pone el acento en describir lo que las personas deberían considerar bueno o malo, mientras que la ética descriptiva pone de relieve lo que la mayoría de la gente cree que es correcto o incorrecto.
La reflexión moral, como también la normativa que elabora el filósofo, no puede ignorar la el teólogo, ni el filósofo puede ignorar la reflexión teológica. No hay que pensar, pues, que los dos tipos de reflexión puedan caminar de forma paralela, ignorarse recíprocamente y luego ir cada una por su lado cuando la teología aborda sus problemas específicos.
La relación entre ética normativa y metaética es al colocar antes la ética filosófica y la moral fundamental que la moral especial, la reflexión metaética no es estrictamente necesaria para tener una actitud moralmente buena y un comportamiento moralmente recto, sino que la realiza sólo quien profesionalmente se dedica al estudio del fenómeno ético. Las diversas variantes de la reflexión moral, en efecto, aclaran también la estructura de la reflexión ético-teológica y la contextualización de los problemas específicamente teológicos. Pero se dan casos en que la reflexión metaética, hecha en la teología moral, no siempre especifique claramente la relación de esta última con el trasfondo filosófico, o incluso que sea totalmente ignorado. Como también se da el caso de que la reflexión filosófica sobre la ética no piense que deba confrontarse también con los datos teológicos.
Coloco de ejemplo:
En nuestra vida cotidiana, nosotros como personas podemos tener ideas muy distintas acerca de cómo actuar frente a una situación en particular, ideas además muy distintas de lo que significa llevar adelante un modo de vida moralmente valioso y finalmente, ideas muy distintas sobre el tipo de razones que utilizamos para justificar nuestras decisiones y puntos de vista morales. Sin lugar a dudas, esto nos permite introducir una distinción entre dos términos que en la vida cotidiana suelen emplearse como sinónimos: “Ética” y “moral”.
3. Los Actos Humanos
Pienso que los actos humanos estan relacionados con la naturaleza humana que invita a
alcanzar el fin que le es más propio, a no conformarse con su punto de partida,
sino a aceptar la tensión del anhelo de perfección, de excelencia, que hay en
ella. Hombre, atrévete a ser quien eres, sería el compromiso que plantea la capacidad
de acción del hombre. Atreverse indica que depende de una decisión de la
voluntad de cada quien: el hombre en este sentido es una tarea para sí mismo:
en sus manos está el acertar o el fracasar.
Una de las primeras normas de esta guía de la naturaleza humana" tradicionalmente se ha formulado: Haz el bien y evita el mal. Esas normas tampoco se cumplen necesariamente, sino solamente si uno quiere. Pero están ahí porque la realidad humana está ahí, y tiene sus leyes, sus caminos. Es el criterio de uso de la libertad.
En ellos interviene primero el
entendimiento, porque no se puede querer o desear lo que no se conoce: con el
entendimiento el hombre advierte el objeto y delibera si puede y debe tender a
él, o no. Una vez conocido el objeto, la voluntad se inclina hacia él porque lo
desea, o se aparta de él, rechazándolo.
4. La conciencia Moral
Pienso que, la libertad hace del hombre es un sujeto moral. Cuando actúa de manera deliberada, el hombre es, por así decirlo, el padre de sus actos. Los actos humanos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente: son buenos o malos.
Un ejemplo de conciencias es cuando robamos un lápiz en el salon de clase, pero al pasar los minutos nos damos cuentas que hicimos algo mal y tomamos conciencia del acto tan desonesto que cometimos y decidimos entregar de nuevo el lápiz y para mi la conciencia es la capacidad de saber pensar y hacer las cosas de la mejor manera posible, donde la conciencia es la que nos guia que camino tomar.
La Conciencia es: Testigo, Fiscal y Juez.
- Testigo porque siempre está presenciando lo que haces, dices y piensas.
- Fiscal porque te puede acusar o defender.
- Juez porque tiene la capacidad de culparte o absolverte...
y lo peor o lo mejor es que siempre, absolutamente siempre está contigo, no la puedes evadir, no le puedes mentir, ni le puedes ocultar nada.
Yo pienso que la conciencia en los humanos es importante porque Dios la ha dado al hombre como medio para conocer y realizar su voluntad santísima, alcanzando así su último fin. Porque, como decíamos en la definición, en la conciencia el hombre escucha la voz de Dios y se abre a ella o se cierra. Por tanto, la conciencia diferencia al hombre de los seres inferiores, y lo constituye en persona humana libre y responsable de sus actos. En consecuencia, alcanza una importancia vital el formarla recta, delicada e insobornable.
En nuestra vida cotidiana la vivimos siempre, tanto en el tiempo como en el espacio. Incluye lo que el ser humano no se cuestiona y se deja llevar a lo largo de todo su quehacer. Se nutre de algo repetitivo, obvio, estereotipado, irreflexivo, fijado, automatizado, que puede conducir a una monotonía, a un conformismo, a un estado que muchas veces no aceptamos pero así nos conducimos, con el objetivo de satisfacer necesidades biológicas, psicológicas y sociales de la propia vida.
5. Los Valores en la ética
Yo pienso que el juicio moral es el acto mental que afirma o niega el valor moral frente a una situación o comportamiento. Por medio del juicio moral se pretende la búsqueda de la verdad.
El juicio moral se pronuncia sobre la presencia de un valor ético, en una situación o comportamiento concreto.
El desarrollo del juicio moral supone un apoyo educativo explícito, en mi opinión personal de acuerdo a todo el entorno al que hallamos sido expuestos desde nuestro nacimiento hará una base en nuestro juicio moral nosotros decidimos las actitudes a tomar de acuerdo a lo que nosotros pensamos lo que es bueno y lo que es malo, a hacer un análisis detallado de nuestro entorno y ciertas circunstancias y eso nos conlleva a adoptar tres tipos de actitudes: Rechazo, indiferencia y aceptación.
Esto pienso yo a meanera personal que esta relacionado con la conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla
Ademas debe obedecer siempre al juicio cierto de la propia conciencia, la cual, sin embargo, puede también emitir juicios erróneos, por causas no siempre exentas de culpabilidad personal. Con todo, no es imputable a la persona el mal cometido por ignorancia involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un mal. Es necesario, por tanto, esforzarse para corregir la conciencia moral de sus errores.
Conclucion
El presente trabajo estuvo orientado a analizar y establecer una serie de puntos de vista sobre el desempeño personal y profesional y sus implicaciones Eticas, no solo del profesional de la docencia, sino de otras profesiones a objeto de tener una visión prospectiva de la problemática ética que en ellas se presentan.
Vivimos en una sociedad donde se echan a un lado los valores y la integridad, por ello es indispensable que cada uno de los seres humanos debe saber los valores que ha aprendido a lo largo de su vida, para ponerlo en práctica en un momento determinado.
La posibilidad de normar las conductas profesionales surgen cuando las personas con un determinado fin común, deciden establecer un conjunto de pautas de obligada observancia, a objeto de preservar su honorabilidad, honradez y objetividad, entre otros.
El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. La posibilidad de disertar sobre normas, costumbres y formas de vida que se presentan como obligatorias, son valiosas y orientan la actividad humana.